domingo, 1 de mayo de 2011

Momentos

Quiero que me cojas otra vez a caballito y que corramos de noche por las calles cuando no hay nadie más.
Quiero sentrame otra vez contigo en un banco y que nos riamos por nada.
Quiero pasear a tu lado.
Quiero otra mirada de complicidad.
Quiero que dibujes mi sonrisa.
Quiero otra caricia a escondidas.
Quiero volver a sentir tus labios.
Quiero que vuelvas a acompañarme a casa y que me despidas con un beso.
Quiero que me abraces una vez más como si nunca quisieras dejarme ir.
Quiero dormirme de nuevo en tu pecho y escuchar tu corazón.
Quiero que el miedo no nos impida vivir con ilusión.
Quiero seguir apostando contigo...y por ti.

Ella es única

Desde que tengo uso de razón, ella ha sido la que ha calmado mis llantos y la que ha cogido mi mano. Ella me ha ayudado siempre, incluso sin necesidad de decirnos una palabra. Nos basta una mirada para saber que nos tenemos la una a la otra, y que así será siempre. Son innumerables los recuerdos, los momentos de complicidad, las risas. Sabiendo que está ahí todo es más fácil.
Ella es la que aguanta mis nervios, mis malos días y mis peores despertares.  Ella ha sido a lo que me he aferrado para salir adelante cuando peor estaba, por ella lucho y lucharé y a ella es a quien trataré de darle toda la felicidad que se merece. Con ella tengo amistad, admiración, apoyo incondicional, cariño, besos y abrazos, porque lo necesite o simplemente porque sí.
Cada vez voy siendo más consciente de todo lo que ha hecho y hace por mí, y a veces no sé si soy lo suficientemente buena para recompensarla por ello. Lo que sí puedo decirle es que me tendrá eternamente, que su sonrisa siempre será la mía y su felicidad...mi mayor anhelo.
Te quiero mamá.