jueves, 2 de junio de 2011

A mi Nana

Existen circunstancias en la vida que si no te implican directamente son díficiles tanto de explicar como de entender. Por suerte, cerca de mí tengo una persona con la que comparto ese vínculo casi único, alguien que a veces conoce mi vida y mis sentimientos incluso mejor que yo. Compartimos recuerdos desde hace 22 años, a lo largo de los cuales, como en todo proceso natural, ha habido vaivenes, subidas y bajadas, pero al fin y al cabo siempre hemos vuelto a encontrarnos en el punto de partida, un punto común donde se unen amor, felicidad, tristezas, risas, llantos y...amistad.
Es esa persona a la que aconsejas por y para su bien; a quien escuchas cuando necesita desahogarse sin importar la hora, el día o el lugar; con quien al final acabas riéndote de los problemas aunque al comienzo del día lo último que asomara por tu rostro fuera una sonrisa...y es de quien más te duele un fallo, pero sólo porque es alguien que te importa realmente y con quien enfadarte no es un capricho sino una ardua tarea.
Son innumerables, y lo serán infinitamente, los momentos en los que hemos estado la una junto a la otra,  y sin duda son muchos más los momentos compartidos que los ausentes.
Por eso, porque sabemos que siempre nos tendremos, porque nos entendemos casi sin palabras, porque aunque no seas hermana de sangre, lo eres de corazón: Te Quiero Nana